Contenido creado por Martín Otheguy
Locales

Un cable a tierra

Datos sobre abortos en Uruguay

Un informe del colectivo Mujeres en el Horno revela "barreras importantes para el acceso al aborto seguro" y da datos sobre las consultas más frecuentes que hacen las mujeres.

22.12.2014 09:26

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2014-12-22T09:26:00-03:00
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Mujeres en el Horno es un colectivo de mujeres feministas que se conformó en el 2008, trabajando en asesoramiento, contención y promoción de los derechos de las mujeres, en el marco de la Ley de defensa de la salud sexual y reproductiva N°18.426.

Su eje de trabajo se centra en la atención telefónica a mujeres que se encontraban en una situación de embarazo no planificado o no aceptado (a través del 0800 8843).

El colectivo presenta hoy en el Centro de Formación de la Cooperación Española en Montevideo un informe que da cuenta del análisis de los datos de un período de 8 meses, comprendido entre marzo y noviembre del año 2014, que sistematiza los datos recogidos a través de un formulario estándar que las operadoras manejan en la atención de cada llamada recibida.

Edad y uso de anticonceptivos

Por ejemplo, con relación a la franja etaria, se establece que el promedio de edad de las mujeres que llaman a la línea aborto-información segura es de 27,9 años. De estos datos se desprende que el 56,6% de las llamadas son de mujeres jóvenes (entre 18 y 29 años) y que sólo el 7,1 % de las mismas corresponde a población adolescente.

Con relación al uso de métodos anticonceptivos, se destaca que el 38,1 % de las mujeres que llaman a la línea manifestaron haber utilizado como método anticonceptivo el preservativo. Asimismo, un 23,8 % de las mujeres estaba usando pastillas anticonceptivas, mientras que un 28,6 % no estaba usando ningún método anticonceptivo. Por lo tanto, cerca del 70 % de las mujeres que llaman a la línea usan un método anticonceptivo, "lo que indica interés y prevención por impedir un embarazo". Los motivos por los cuales el método falla pueden responder a una multiplicidad de factores (falta de información, educación, dificultades para la negociación, barreras para el acceso, etcétera) factores que están siendo procesados y analizados con mayor profundidad como parte del próximo informe.

Para la mayoría de las mujeres que se comunican con la línea, la práctica del aborto no se utiliza como método anticonceptivo. "Entendemos que despejar este supuesto es sumamente importante, ya que desmitifica que la existencia de una ley que despenaliza el aborto conduciría a instalar la práctica del mismo como método
anticonceptivo, como se ha argumentado en repetidas ocasiones", indica el informe.

El momento de la llamada

El 66,7 % de las mujeres que llaman lo hacen en la etapa previa a la práctica del aborto. "Entre los motivos principales de consulta encontramos la falta de información, el desconocimiento de la ley de Salud Sexual y Reproductiva (SSR), de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), de sus derechos como usuarias y desconocimiento del procedimiento para la IVE específicamente", aclara el reporte.

Las mujeres que llaman "consultan sobre cómo será el sangrado, el tipo de dolor, etcétera". "Esto refiere a que para muchas de las mujeres que llaman, les podría resultar difícil evacuar todas las dudas con los profesionales a cargo de los servicios. Esto sucede especialmente cuando se enfrentan al momento de administrarse la medicación, donde se les presentan dudas o temores que no han sido conversados con quienes integran los equipos, ya sea porque no se les ocurrió en el momento, o por el deseo de 'salir rápido' de la consulta, o la incomodidad percibida algunas veces desistiendo de preguntar", agregan.

Las llamadas realizadas durante el proceso de la interrupción del embarazo (17,2 %) "describen situaciones donde queda claro que la información brindada en una primera instancia por los equipos IVE no fue suficiente, no la registraron bien, o se dan cuenta que no lograron preguntar todo lo que querían, etcétera".

Las llamadas a la línea posteriores al aborto, en su mayoría son para relatar cómo les fue durante el procedimiento. "Es por esto que el 16,2 % de las llamadas post, denuncian malos tratos, vulneración de derechos, demoras excesivas, etc. Otras tantas, es por dudas en cuanto al comienzo del uso del método anticonceptivo, cuándo deben controlarse".

Entre las llamadas a la Línea el 59,4 % son de usuarias de ASSE y el 40,6 % de FONASA.

"Hemos constatado que algunas mutualistas con un gran caudal de usuarias y usuarios, con sus sedes centrales en Montevideo tienen grandes dificultades para brindar los servicios de IVE en el interior del país; obligando a sus usuarias a tener que trasladarse a Montevideo y asumir los costos de traslado y alojamiento que ello implica.

Sin embargo, también ASSE presenta importantes dificultades en el interior del país; por ejemplo en Salto se registra que el servicio negó la posibilidad de abortar, teniendo que trasladarse hasta Montevideo", comenta el informe.

Conclusiones.

"A lo largo de estos meses de atención, hemos identificado algunas barreras importantes para el acceso al aborto seguro", indica Mujeres en el Horno. Por ejemplo:

- Dificultades para acceder a la información tanto de los servicios como de los derechos consagrados. Esta es una de las principales barreras de acceso que hemos identificado y recomendamos que se atienda especialmente. El desconocimiento atenta contra el derecho a decidir de las mujeres.

- Dificultades en la implementación concreta de los prestadores de salud del
SNIS: demoras en la atención, dilatación de las consultas en los casos en que las mujeres concurren con pocas semanas de embarazo, diversidad de formas en que se organizan los equipos para la atención del IVE, escasos recursos humanos, centralización de la atención, falta de capacitación del personal administrativo y no médico (lo que deriva en algunas situaciones de maltrato).

- Situaciones de mujeres que desean iniciar una IVE, amparadas por la ley en un inicio pero que luego quedan desamparadas por la propia ley ante demoras, inclusive a veces del propio prestador de salud, y por lo tanto se exceden del tiempo máximo permitido para realizarse un aborto.

- Dificultades vinculadas a la objeción de conciencia. Algunos departamentos son clave, como Salto, pero en otros servicios, y especialmente a partir de la resolución del TCA, ha habido algunos médicos objetores que han intentado persuadir a las mujeres de su decisión, negando atención y asesoramiento.

- Dificultades asociadas a la "penalización cultural del aborto": ideas, mitos, estereotipos, preconceptos, miedos, tabúes que durante décadas han rodeado la práctica del aborto. Esto genera en la mujer y el ámbito que la rodea, problemas para hablar, transparentar su situación, lograr apoyos y contención. Un ejemplo de ellos es cuando deben faltar al trabajo durante el procedimiento (ley no contempla licencia por
IVE), no informando el motivo de sus ausencias laborales, por temor a ser juzgadas y poner en riesgo su fuente laboral. También hemos recibido quejas de algunas mujeres que al dirigirse al personal de la salud que las recibe (administrativos, enfermeras/os, ecografistas) son juzgadas directamente en su decisión; algunas son expuestas a situaciones incómodas y otras revelan falta de privacidad en el espacio de salud (no respeto a la confidencialidad). Esta penalización también atenta contra el derecho que tienen todas las mujeres de denunciar cuando son vulneradas; muchas nos relatan situaciones pero no están dispuestas a continuar en un proceso de denuncia o queja en su mutualista para "no exponerse".

En el documento adjunto puede leerse un informe más completo al respecto.

 

Documentos asociados:

Sistematización de la línea_ Final Final.pdf -