Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
Entrevistas

Imagen y semejanza

Conversamos con John Lydon, de PiL, que toca este 10 de agosto

“Esto es lo que hacemos, rebelarnos contra lo mediocre”, dice John Lydon, voz de PiL, que el 10 de agosto se presentará en La Trastienda. El ex Sex Pistols conversó con Montevideo Portal y habló del momento actual de la música, el presente de PiL, la situación política global y hasta de Luis Suárez.

26.07.2016 15:26

Lectura: 13'

2016-07-26T15:26:00-03:00
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A John Lydon le bastaron unos pocos meses para hacerse de su fama, y lleva cuatro décadas manteniéndola. No la fama de bocón, pendenciero y malencarado, sino el raro prestigio de decir y hacer lo que le viene en gana. Esto incluye haber pegado el portazo en Sex Pistols, la gallina de los huevos de oro, e iniciar una tortuosa carrera a contrapelo de la industria musical y los últimos gritos de la moda con PiL (Public Image Limited), un experimento que goza de buena salud, y al que los años le sentaron bien.

Lydon parece ser así como quiere que crean que es. Como cuenta en las más de 600 páginas de su reciente biografía (La ira es energía, Malpaso-Océano), o como demuestra con su simpático "hola, querido, soy yo", a miles de kilómetros, desde su teléfono, sin mánagers, telefonistas o intermediarios.

Y es que 40 años después de escandalizar a la gerontocracia británica con el nombre Johnny Rotten (y de paso a Berch Rupenian un poco más tarde), Lydon parece estar de vuelta de todo. Ahora suena furioso y encantador al mismo tiempo, con el toque de sorna justo como para demostrar que no se toma a sí mismo demasiado en serio. Excepto, quizá, cuando habla de su música y de la necesidad de ser auténtico. Lydon, que a los 20 años le pateara el trasero a la prensa, la monarquía, la industria y el rock de una época al frente de los Sex Pistols, tiene 60 primaveras encima y no muestra señales de haber cedido un palmo en su prédica beligerante, aunque venga acompañada hoy de una risa contagiosa.

Pese a que no cree en la realeza, no reniega de su estatus de "rey del punk", y motivos sobran. Si el punk hubiera visto más allá de los alfileres y la cara de malo, quizás hoy no sería el gran circo de hoy en día, conservador y falto de ideas. Para Lydon, el cliché quedó atrás hace mucho tiempo, y lo que sobrevivió en este inglés hijo de irlandeses de clase baja es lo mismo que lo impulsó a subirse a un escenario a mediados de los 70: las ganas de desenmascarar las mentiras del sistema, y hacerlo a su manera.

Lydon llegará a Montevideo el 10 de agosto, para presentar en La Trastienda What the World Needs Now..., el nuevo trabajo de PiL, un disco interesante aunque desparejo. Antes conversó con Montevideo Portal sobre sus intereses, su aporte al rock y su visión del mundo, de la que no escapa la situación política de Estados Unidos y Gran Bretaña, ni el fútbol, su primera pasión.

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Para quienes crecieron con el punk, y más aún en Sudamérica, donde todo llegó más tarde, fueron tan importantes los Sex Pistols como PiL, por más que estos últimos no tuvieran puntos de contacto con el sonido directo y guitarrero. ¿Consideras que PIL es tanto o más punk que Sex Pistols?

Así es. Yo desarrollé, como hago siempre, mi propia filosofía enfocada en el do it yourself, que todavía llevo a cabo. Y Public Image es un ejemplo orgulloso del do it yourself, porque eso es lo que hacemos. Lo hacemos todo nosotros mismos y ahora más que nunca, porque creamos nuestro propio sello discográfico. Intenté durante décadas trabajar con las compañías discográficas grandes y eso siempre terminó en problemas. De hecho casi me sacan de mi propio rubro por dos décadas, que fue cuando no estaba haciendo música. Lo que hice fue trabajar para televisión y obras de caridad, y reuní la plata en forma independiente para salir de un problema interminable. Somos completamente independientes. Yo soy tan punk como el día en que nací, a decir verdad, El punk no es sólo un uniforme, tachuelas en la campera y denunciar abuso a los gritos sin motivo. Es una filosofía de honestidad claramente definida.

¿Te considerás todavía el Rey de los Punks?

No creo en la realeza. Pero el título me lo dieron y no voy a cederlo fácilmente (risas) Es uno de los pocos regalos que he recibido.

Alguna vez dijiste que "lo de que el punk rock salvó a la música popular es una mentira total". Sin embargo, al menos en Sudamérica, la existencia de Sex Pistols y el punk en general cambiaron la visión que los jóvenes tenían del rock. Enseñaron que no había que ser un virtuoso para escribir y tocar canciones. ¿Sos consciente de esa realidad?

Yo cambié la música muchas veces y continúo haciéndolo. El problema de esto es que la gente suele mirar hacia atrás y me quiere anclar en el pasado, pero si me has seguido en cual fuera mi forma o contenido te habrás dado cuenta de que siempre tengo un ojo en el futuro. Y lo continúo haciendo porque el punk no se supone que deba estar atascado en un período específico de tiempo.

Quienes más han elaborado teorías sobre el rock después del punk han sido los intelectuales, gente que quizá no tenga relación con la clase baja que es el estrato del que surgiste. ¿Descreés de toda esa cuestión teórica o sirve para explicar los fenómenos sociales en perspectiva?

Soy muy escéptico de todas la gente que forma una suerte de industria propia lucrando con el éxito de los demás y tratando de reinventarlo para ellos mismos. Para mí se trata de crear por vos mismo, algo que viene de un contexto muy serio, y eso es algo que cambia ya que se mueve por sí mismo. La idea es progresar como ser humano y hacer la vida mejor para los que te rodean. De otro modo te convertís en un cliché y yo estoy muy lejos de los clichés.


Hablabas de la industria musical, ¿creés que está peor hoy que en los 70 u 80?


Parece estarlo, según lo que veo. Creo que podría nombrarte diez o quince actos que dominan absolutamente todo, y enfatizo la palabra actos, porque eso es lo que son, actores. Si necesitás alguna prueba de esto sólo tenés que mirar los Grammy estadounidenses cada año.

Mucha gente cree que hoy en día es más fácil "fabricar" un artista y ponerlo de moda.


Completamente. Es mucho más fácil. Y esto es lo que han creado, shows como American Idol, este género falso, que es casi como karaoke, o bandas que aparecen en cruceros en lugar de gente que realmente se toma el trabajo, tiempo y se preocupa realmente por lo que están haciendo.

¿Es sólo una percepción o el rock se volvió pomposo, grandilocuente y perdió el sentido del humor?


Sí, pero creo que eso siempre ha estado ahí. Y eso me alegra, porque mientras haya un montón de mierda como esa por ahí yo estaré brillando como un diamante (risas).

¿No hay algún artista que te entusiasme hoy?


Ninguno que me vuele la cabeza pero siempre hay bandas nuevas. Esa es la naturaleza maravillosa de la música: siempre estaremos dominados por la industria que nos corrompe y la radio pública popular que destruye nuestra sensibilidad, pero siempre habrá corrientes subterráneas de originalidad, y ahí es donde se dirige mi atención. No diré nombres, no necesito hacerlo. Casi todas las bandas en las que he estado, principalmente los Sex Pistols y PIL, nunca las pasaban en la radio. Nunca. Y podríamos hacer videos pero nadie los va a pasar, así es la cosa. La batalla continúa y yo soy rebelde por naturaleza, y así lo fue mi padre y mi abuelo, antes que él. Y la escena prosigue, el mundo continúa, y sin dudas va a continuar después de mí. Esto es lo que hacemos, rebelarnos contra lo mediocre.

Siempre fuiste crítico de la religión y la Iglesia. ¿Creés que religión e Iglesia siguen jugando el mismo papel hoy en día u otros "lavadores de cerebros" ocupan su lugar?

La política es la religión moderna, y hay una mezcla entre ambos que está creando esta tensión que se vive hoy en día. Si dejás que la religión te domine vas a terminar igual que lo que está sucediendo con la religión islámica. Se volverá algo político y se va a tornar en algo muy muy triste, cruel, malvado y estúpido. Mi esposa y yo casi somos víctimas de esto. Teníamos reservas en el PanAm Lockerbie del 88, que hicieron estallar en el cielo sobre Escocia. Se suponía que debíamos abordar ese avión pero mi esposa no pudo hacer las maletas a tiempo así que nos volvimos a acostar. Ahora estaríamos muertos, ¿y por qué? ¿Cómo hubiera cambiado eso al mundo? Es una pregunta abierta, como la de mi último álbum, What the world needs now (Lo que el mundo necesita ahora)

¿Hay respuesta para eso?

No. Pero lo mejor que podemos hacer es ser abiertos sobre cuáles son nuestras opiniones. Siempre y cuando compartamos tus opiniones, quizá podamos encontrar respuestas. Ahora, esforzate porque tus opiniones tengan valor. Mucha gente tiene opiniones basadas simplemente en la ignorancia y los prejuicios. A mí me gustan los debates abiertos. Todos mis amigos son muy distintos a mí. Algunos de ellos no coinciden en absolutamente nada de lo que yo represento y sin embargo son mis amigos, no vemos ningún motivo para matarnos entre nosotros, porque disfrutamos la compañía del otro incluso aún más gracias a nuestras diferencias. Así es mi aproximación al mundo.

Hablando de política, ¿cómo ves la situación en Estados Unidos, país del que obtuviste la nacionalidad recientemente?


Horrible y atemorizante.

Con Donald Trump como candidato republicano confirmado...


Sí. Porque la gente ya no piensa. Yo entiendo el movimiento detrás de Trump, porque todo el mundo está harto de escuchar a los políticos, y él, al no serlo, se convirtió en algo de interés allí. Pero es un hombre de negocios, y si creés que reemplazando a un político con un hombre de negocios el mundo va a ser un lugar mejor, ¡tenés que pensar de nuevo! Porque los empresarios son los que están impulsando a los políticos. Eso sólo va rumbo al desastre.

Y en Gran Bretaña, ¿qué pasa con el Brexit? ¿Es cierto que beneficia a los fascistas y nacionalistas británicos?


No, para nada. Desde el punto de vista de la clase trabajadora puedo decirte que estamos cansados de que nos diga lo que hacer gente que no tiene nombre, y eso es lo que pasa con la Unión Europea. No hay control sobre tu propia nación y ese es un desastroso estado al que llegar. Y ahí tenés de vuelta... una vez más, es una reacción contra los políticos. Y creo que ninguno de los que impulsaron el Brexit creían que iban a ganar, porque están renunciando todos.

¿El Reino Unido está peor que hace 40 años?

Probablemente sí. Es más confuso y los políticos son menos educados.

Volviendo a tu álbum, ¿creés que está más vinculado a los discos que sacaste hasta mediados de los 80?

No sé. Sólo sé que los dos últimos álbumes son de lo mejor que hice en mi vida. Tenemos una formación tan saludable hoy en Public Image y nos conocemos entre nosotros desde hace tanto tiempo, desde los comienzos -Bruce en The Pop Group, Lu Edmonds con los Damned- que tenemos mucha confianza. Crecimos juntos, hoy manejamos nuestro propio sello , estamos por fuera de lo que llamamos el Shitstem (el sistema de mierda) y tenemos en Scott un increíble bajista, un chico que está orgulloso con derecho de sus antecedentes con las Spice Girls. Y es perfecto para PiL, porque no creemos en los prejuicios y no trabajamos con el enemigo, y el enemigo son los mentirosos, tramposos y los fraudes. Y eso se refleja en la música, que es ferozmente divertida y sin embargo instructiva.

¿La industria musical es el enemigo?


La industria está fabricando una imaginería falsa. Todas las imágenes que nos ofrecen por la fuerza son falsas, lo sabemos pero no parece haber forma de advertir a los más jóvenes de eso, porque se entregan a ello muy voluntariamente, casi como zombies. Eso se aplica perfectamente a la audiencia de Taylor Swift. Una chica muy talentosa, pero en serio, ¿a cuántos novios más les tiene que destrozar la vida antes de que nos aburramos del tema?

Sé que sos un fanático del fútbol, ¿aún sos un incondicional del Arsenal?

Siempre. Es de por vida. Es algo en lo que me introdujo mi padre cuando tenía 4 años y nunca cambiaré. Apoyar al Arsenal para mí es apoya,r a mi comunidad local, el área en la que crecí, la familia y los amigos. Ganemos, empatemos o perdamos siempre estará mi lealtad. Y fue ganada a lo largo de los años. Y me es indiferente que sean buenos o malos tiempos, o quién sea el técnico: yo permaneceré allí durante más tiempo.

Como uruguayo no puedo evitar preguntarte por Luis Suárez, ¿qué te pareció su paso por Inglaterra?

¿Quién?

Suárez, casi juega en el Arsenal.

"Casi" no es suficientemente bueno, así que pregunto de nuevo: ¿quién? (risas) Sólo estoy bromeando. Hay muy pocos futbolistas hoy que sean realmente talentosos, es muy triste. Hay demasiada plata circulando en el fútbol y eso es probablemente lo que pasa también en la música: demasiada plata y demasiado rápido. Hace que se trabaje menos, lo que termina por destruir a la comunicación y el arte. Sea lo que sea que hagamos en la vida, si tenemos el regalo de estar en un lugar popular, más vale que usemos ese espacio bien. Y según los valores de la familia de Johnny Rotten, más vale que aprendas a usarlo bien.

¿Qué nos puede deparar la música en el futuro, con el streaming que comienza a dominar todo?


Es una postal de paisaje, pero no son las vacaciones, ¿no? A nivel de sonido, te estás negando a vos mismo el panorama completo de la música. Para mí, como dije, el streaming es la postal de paisaje, pero a mí me gusta tener las vacaciones completas. Y siempre prefiero el vinilo. Cada vez se ofrece menos y menos y menos. ¿Quién quiere pagar por menos? Como dije, quiero las vacaciones completas.

Vayan a vernos. Nunca van a sentirse decepcionados con un concierto de PIL. Es cien por ciento la banda de tipos más divertidos y adorables del mundo entero, en vivo en Uruguay.

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PiL se presenta el 10 de agosto en La Trastienda Club (Fernández Crespo y Paysandú, desde las 21:00. Localidades a la venta en RedPagos y Tienda Inglesa).

 

Martín Otheguy | Jorge Costigliolo | Montevideo Portal


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